Para muchas personas, sus mascotas son parte de su familia y por ello quieren disfrutar sus viajes en compañía de sus animales.
Los desplazamientos en vehículos particulares suponen menos cosas a tener en cuenta, pues aparte de las normas evidentes de seguridad vial, nuestra mascota irá en un espacio que ya conoce y donde ya ha interactuado con la familia. Pero en transportes públicos o colectivos hay más reglas específicas para animales. Especialmente en aviones hay mayores restricciones para el transporte de animales.
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 ¿Cuáles son las regulaciones para transportar nuestras mascotas en avión?
Hay que tener en cuenta que, pese a la tendencia a uniformizar las normas internacionales, hay países y áreas geográficas de varios países que tienen sus propias normas. Por ejemplo, El Reino Unido es más restrictivo, mientras que los demás países de la Unión Europea, que comparten uno de los espacios aéreos más congestionados del mundo, han unificado sus normativas. Estados Unidos también tiene sus propios requisitos.
Además de las normas de determinados países o áreas geográficas, las aerolíneas tienen sus propios reglamentos internos que deberemos cumplir cuando reservemos billete con ellas. Por eso es necesario conocer los requisitos de cada aerolínea y contactar con ella con antelación de sobra para poder cumplir y no padecer sorpresas indeseables.
Junto con las regulaciones para el transporte de animales, debemos tener en cuenta cuál es la normativa del país de destino para la entrada con animales.
¿Bodega o cabina?
La primera cuestión a dirimir es en qué parte del avión viajará nuestra mascota. La mayoría de compañías dejan que las mascotas con un peso inferior a seis kilos (o en otros casos, a 8 kilos incluyendo el trasportín) Â puedan ser llevados por el dueño en la cabina, pagando el peso como exceso de equipaje de mano. Hay compañías que restringen esta posibilidad a tan solo perros y gatos y otras prohíben la presencia de cualquier animal en cabina.
Los perros lazarillo podrán embarcarse en cabina si son imprescindibles para la movilidad del dueño, siempre sin molestar al resto de los pasajeros y provistos de bozal. Sin embargo, algunos países como Reino Unido e Irlanda ni siquiera permiten los perros lazarillos en la cabina. Lo que sí es general es que si llevamos mascota no podremos ocupar los asientos al lado de las salidas de emergencia.
Además, debemos avisar cuando reservemos el billete, porque la mayoría de compañías tienen un límite de mascotas permitidas por cada vuelo o bien solo permiten animales si el vuelo no excede de determinada duración, de ahí lo imprescindible de consultar las normas de cada empresa.
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Requisitos de embarque en bodega
El dueño de la mascota es quien tiene que aportar la jaula, y para viajar con mascotas se ha de cumplir unos exigentes requisitos:
- Â Permitir que el animal pueda sostenerse sobre sus cuatro patas, voltearse y acostarse.
- Cierre garantizado que impida una apertura accidental.
- Suelo absorbente y hermético que impida derrame de líquidos.
- Ventilación adecuada.
- Identificación correcta de la jaula para evitar extravíos.
- Solidez adecuada de la jaula y que no permita que el animal asome la cabeza u hocico.
Salud del animal
La autoridad aérea mundial, IATA, no recomienda sedar ni administrar tranquilizantes a las mascotas porque algunos medicamentos pueden ser impredecibles en las alturas. Es recomendable consultar con el veterinario al respecto antes del viaje. Países como Suecia exigen un examen médico del animal en un plazo de 6 meses antes del vuelo.
En el espacio aéreo europeo, será necesario que el animal cuente con el Pasaporte Europeo para Animales de Compañía, que certifica su salud y que lleva al día su calendario de vacunaciones.
Debemos tener en cuenta que algunas razas de perro que se consideran especialmente agresivas no son autorizadas a viajar por algunas compañías.
No hay una legislación homogénea y a las nacionales hay que añadir los reglamentos internos de cada aerolínea, por lo que siempre será necesario planear el vuelo con algo más de antelación y solicitar toda la información necesaria a la compañía aérea que hayamos escogido.
Infografía para volar con mascotas
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