Bolita vivió conmigo desde que lo parió la mamá. Lamentablemente hace 2 años murió. Seis meses antes, apareció abandonado al lado de casa, un gato gris flaco y lastimado al que empecé a cuidar. Todos los días esperaba su comida pero nunca se acercaba a casa; sabía que allí ya había un «rey».
El día que estaba enterrando a Bolita en el jardín frente a la casa, él me miraba desde la pared medianera… Cuando terminé, bajó tímidamente, como pidiendo permiso. Bueno, de más está decir que mi casa fue su hogar y allí está: Come, duerme, de noche se va a vaguear por los techos y a la mañana, nuevamente a su rutina. Lo bauticé «Ceniza» y llenó el vacío que mi hermoso gato dorado dejó.
En otra, les cuento de mis 7 perros….
tengo una gatita tiene 7 meses y nos la encontramos en mi calle se llama Luna pero yo le digo mi chiqui y por nada del mundo lo regalaria es preciosa la quiero mucho es especial para mi.