La historia de mi perro Rolo y su gastritis.

Rolo es de raza pitbull y tiene la edad de 5 años, él llegó a mi vida a los 17 años y ahora tengo 22, fue un regalo de mi expareja, realmente me regalo la mascota y después de 4 meses de relación terminamos.

A sus 2 meses se enfermó de gastritis, ¡sí­, un perro con gastritis!

Bueno les contaré porque pasó eso, a mis 16 años como les contaba, tení­a una fascinación (digo tení­a porque ya la controlo un poco) por los Chetos Flamin Hot por si no saben, son unas frituras con mucho picante y tontamente como yo estaba mucho más chica, era inconsciente de mis decisiones y siempre que comí­a esas frituras mi perro me pedí­a.

Yo nunca le di, porque sí­ pensaba que le podrí­a hacer daño pero de verdad de tanto pedirme y de ponerme esa carita hermosa de tengo hambre, quiero probarlas, termine cediendo amigos. Lo que pasó después es que yo realmente esperaba con todo mi corazón que no le gustara, y no tanto porque se fuera enfermar si no ¡porque me iba a quitar mis frituras favoritas! Es broma, obviamente temí­a que fuera a enfermarse.

Tras pasar el tiempo, yo seguí­a comiendo mis frituras favoritas y creo para Rolo también lo fueron, en aquel tiempo ya tení­a que comprar una frituras de bolsa grande porque literal ya no alcanzaba, yo me comí­a 1 y él se comí­a medí­a bolsa y eso era muy desesperante.

Bueno, lo que pasó es que efectivamente se enfermó, lo que temí­a tanto estaba pasando, primero empezó a vomitar y si no saben cómo es el vómito de gastritis en los perros es igual que el de los humanos, amarrillo y en ocasiones con espuma blanca, ¡si! ¡algo realmente desagradable!.

Ya me habí­a encariñado demasiado, lo cual el ver a mi mascota en esas condiciones, me partió el corazón, no sabí­a que hacer, a quien llamarle, si llevarlo al veterinario y no andaba muy bien de dinero. Afortunadamente Aún tení­a novio y él le salvo la vida a mi pequeño cachorro de 2 meses. Lo llevamos al veterinario, me comentaron que tení­a deshidratación por tanto vómito y que tení­an que hacerle unos estudios para saber lo que le pasaba.

Lo siguiente es que lo internaron por 3 largos y costos dí­as, la verdad es que yo estaba muy triste porque sabí­a que por mi culpa él estaba así­, por esos deliciosos Chetos Flamin Hot, pero al dí­a siguiente de llevarlo al veterinario ósea su primer dí­a en el hospital veterinario, tras los estudios previamente realizados me comentaron que no fue un alimento lo que le provocó eso y yo realmente me encontraba en total confusión porque pensé entonces ¿que podrí­a ser?, lo que nos comentó el doctor es que él comió algo que su estómago no podí­a digerir entonces eso estaba provocando una fuerte gastritis y a su misma vez una infección que podrí­a causar la muerte, me sentí­a feliz porque no habí­a sido mi culpa, pero también me sentí­a triste porque no sabí­a si Rolo se iba a recuperar.

Al segundo dí­a nos comentaron que añadieron medicamentos que le hiciera expulsar eso que traí­a pegado en su estómago y efectivamente lo puso expulsar! Estábamos felices porque Rolo iba a estar bien y podrí­a recuperar, aunque el doctor veterinario nos comentó que tení­a que quedar otro dí­a para seguir en “observación” hasta que comiera algo.

El esperado tercer dí­a llego, llegamos por el dí­a y nos recibió feliz pero aún decaí­do porque no se recuperaba del todo, como todos después de enfermarnos así­ tardamos en levantarnos, pero lo bueno de todo es que lo dieron de alta y todo fuimos felices.

Bueno, esta es la historia de mi perro con su gastritis, actualmente tiene 5 preciosos años, sigue enfermándose pero no por mi culpa, ya no le doy fritura, yo tampoco las como mucho pero como sabemos los animales soy muy curiosos, como dicen si no puedes con una mascota no puedes con un hijo, es un buen entrenamiento a fin de cuenta lo educas, lo alimentas y sobre lo consientes. Espero seguir contándoles sobre mi mascota Rolo, realmente tienes anécdotas y seguro que les encantará tanto como esta.

 

Coco. 

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