La historia de mi gatita Gray

mi gatita GrayElla es mi gatita Gray, le pusimos su nombre por su tonalidad gris.

Recuerdo cuando llegó a este mundo, su madre es una gata callejera que con el tiempo terminó agarrando más confianza en nuestra casa.

Historia de mi gatita Gray

El dí­a que iba a parir yo estaba asustada, “Juana” (la gata madre), lloraba y lloraba y daba vueltas. Le puse un trapo para que se acostara ahí­ e inmediatamente se posó en ella. Mi mamá asustada no querí­a salir así­ que me quedé sola.

Al rato llegó mi pareja y no sabí­a realmente como ayudar, aparte que no gusta mucho de los gatos. Yo, asustada, saqué un traste con agua y un trapo extra.

Sin demorar Juana comenzó a pujar y al poco tiempo salió un gatito, envuelto en la placenta y lleno de sangre. Su madre lo lamí­a hasta que salió de la placenta y comenzó a comérsela. Para mi sorpresa no me pareció nada asqueroso si no que me pareció sorprendente y hermoso su naturaleza y la maravilla de poder presenciarlo.

Agarré a ese pequeño gatito, le lavé su sangre, lo sequé y lo dejé en un trapito para recibir a los otros gatitos, sin imaginar que esa primera gatita que estaba recibiendo se quedarí­a con nosotros y la amarí­a demasiado.

Y esos gatitos van creciendo…

Fueron creciendo y a mi mamá le gustaban unos gatitos blancos con ojos de tonalidad azul. La gatita gris a mí­ me parecí­a divina, su mirada tierna y traviesa y su tonalidad me llamaban.

Pronto fueron adoptando a uno por uno, la primera iba a ser ella pero no fueron los que quedaron de pasar. De nuevo otras personas quedaron de pasar por ella, entonces la dejé en casa y a los demás los llevé en una cajita al parque para buscarles dueño.

Junto con mi novia los ofrecí­amos, se fueron yendo uno por uno, al final cuando fueron por ella les gustó uno naranja a las personas así­ que de nuevo no se fue. Mi mamá querí­a que se fuera y no lo lograba.

A lo último quedaban dos, ella y una gatita negra. A mi mamá le parecí­a poco agraciada así­ que cuando fueron por Gray ella dijo que se la habí­an llevado y dio a la gatita de color negro y así­ fue como el destino la dejó en nuestra casa y en nuestra vida.

Las aventuras de mi gatita Gray

mi gatita Gray

Ahora ambas la amamos y la apapachamos. Gray tiene sus Grayaventuras y sus intentos de suicidio, primero enfermó de sus riñones. Ese dí­a que vi sangre entré en pánico y fuimos al veterinario. Poco a poco mejoró, también la dormí­a en mi cama, pero tuve que parar esto porque me orinaba mi cama siempre. Un dí­a apuntó directo hacia mi chamarra cuando estaba a punto de irme a trabajar, creo que me querí­a marcar como propiedad.

Gray ha estado al borde de quedar sin cabeza dos veces y no es broma. Una vez mi mamá la escuchaba llorar y llorar. Cuando salió estaba atorada en una cuerda colgada y le rodeaba el cuello. Me gritó e inmediatamente fui por unas tijeras y cortamos aquella cuerda. Recuerdo como bajó asustada y se metió abajo del carro.

Estaba tan asustada que no quiso salir de ahí­ ni para comer. Ese dí­a ya no la vimos. Su otro encuentro con la casi muerte fue escalando los picos que tienen los portones de la casa de mi mamá. Siempre se pasaba uno por uno, me daba un horror que se fuera a quedar clavada… Un dí­a quedó colgada, atorada en su collar, mi mamá la vio llegando del trabajo y de nuevo le salvó la vida. Esa Gray es una loquilla y sin duda que la vida aún la quiere con nosotras.

Mi gatita Gray es muy amorosa y tierna

mi gatita GrayElla es una gatita amorosa y tierna, es la única gata que se tira sin piedad en el suelo jaja. Nos ve a kilómetros y se tira al suelo recio sin importar el golpe para hacer sus gracias y mostrarnos su pancita. Da vueltas y vueltas y nos pide caricias.

Cuando mi mamá dice:

  • Gray, ya afuera!

Y la va a sacar, ella se tira en el suelo y comienza a hacer sus gracias. Mi mamá se rí­e y le deja de pedir que se salga, porque la compra con su forma tan tierna y divertida de hacer sus gracias.

Ella es Gray, y 2 de sus gatitos viven aquí­. Recientemente se perdió una, no sabemos que fue de ella. Gray ya está operada pero aún falta uno de los gatitos. Luego les hablaré de su hijo “Bigotes”, el gato consentido de mi mamá, chiqueado, mimoso y muy peculiar, ya sabrán por qué.

Proximamente:

«Bigotes»

mi gatita Gray

 

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